Las etapas de crecimiento de los árboles son:
1) Período de cultivo en vivero (12 a 36 meses), que incluye la siembra de las semillas para la producción de portainjertos, el injerto y el crecimiento de los plantones.
2) Período no productivo (2 a 3 años); se realiza la plantación y se desarrolla el sistema radicular y la parte aérea; esta fase es improductiva porque las floraciones son poco abundantes.
3) Período de entrada en producción (5 a 7 años), con las primeras floraciones aparecen las primeras fructificaciones.
4) Período de alta producción (20 años), el desarrollo vegetativo del árbol se estabiliza porque éste consolida su energía para florecer, fructificar y renovar sus ramificaciones, sus hojas y sus raíces. 5) Período de envejecimiento, y
6) Período de decrepitud.
Las etapas del desarrollo floral son la floración, la polinización y la fecundación, y las tres etapas del desarrollo del fruto son el cuajado, el crecimiento y la maduración, que se manifiesta por el cambio en la coloración de la epidermis y la calidad del zumo de su pulpa (para las naranjas, mandarinas y clementinas el contenido de azúcares disueltos aumenta, mientras que el contenido en ácidos, especialmente el ácido cítrico, disminuye; para limones y limas el contenido de azúcares se mantiene poco elevado, dando así su acidez característica). La recolección debe realizarse dependiendo de la información obtenida por el Índice de Madurez (contenido del zumo en sólidos solubles
totales, azúcares/acidez del zumo).
En cuanto a los portainjertos, el naranjo amargo que se consideraba muy bueno hasta la aparición de la “tristeza”, que es una enfermedad virótica, característica de la asociación citrus/naranjo amargo, que afecta principalmente a las asociaciones naranjo dulce/naranjo amargo, clementina/naranjo amargo y pomelo/naranjo amargo.
Un buen portainjertos debe cumplir con varias características: buena resistencia a la gomosis, asociación injerto/patrón resistente a la “tristeza”, multiplicación y cultivos fáciles en vivero. Como ya se ha mencionado, existen muchas especies, subespecies, variedades, clones y portainjertos, lo que hace que en los cítricos la diversidad del material vegetal sea muy grande, explicado por la facilidad que presentan estas plantas para mutar e hibridarse.
1) Período de cultivo en vivero (12 a 36 meses), que incluye la siembra de las semillas para la producción de portainjertos, el injerto y el crecimiento de los plantones.
2) Período no productivo (2 a 3 años); se realiza la plantación y se desarrolla el sistema radicular y la parte aérea; esta fase es improductiva porque las floraciones son poco abundantes.
3) Período de entrada en producción (5 a 7 años), con las primeras floraciones aparecen las primeras fructificaciones.
4) Período de alta producción (20 años), el desarrollo vegetativo del árbol se estabiliza porque éste consolida su energía para florecer, fructificar y renovar sus ramificaciones, sus hojas y sus raíces. 5) Período de envejecimiento, y
6) Período de decrepitud.
Las etapas del desarrollo floral son la floración, la polinización y la fecundación, y las tres etapas del desarrollo del fruto son el cuajado, el crecimiento y la maduración, que se manifiesta por el cambio en la coloración de la epidermis y la calidad del zumo de su pulpa (para las naranjas, mandarinas y clementinas el contenido de azúcares disueltos aumenta, mientras que el contenido en ácidos, especialmente el ácido cítrico, disminuye; para limones y limas el contenido de azúcares se mantiene poco elevado, dando así su acidez característica). La recolección debe realizarse dependiendo de la información obtenida por el Índice de Madurez (contenido del zumo en sólidos solubles
totales, azúcares/acidez del zumo).
En cuanto a los portainjertos, el naranjo amargo que se consideraba muy bueno hasta la aparición de la “tristeza”, que es una enfermedad virótica, característica de la asociación citrus/naranjo amargo, que afecta principalmente a las asociaciones naranjo dulce/naranjo amargo, clementina/naranjo amargo y pomelo/naranjo amargo.
Un buen portainjertos debe cumplir con varias características: buena resistencia a la gomosis, asociación injerto/patrón resistente a la “tristeza”, multiplicación y cultivos fáciles en vivero. Como ya se ha mencionado, existen muchas especies, subespecies, variedades, clones y portainjertos, lo que hace que en los cítricos la diversidad del material vegetal sea muy grande, explicado por la facilidad que presentan estas plantas para mutar e hibridarse.
CULTIVO
Diseño de la plantación
Diseño de la plantación
La distancia entre plantas está en función de las dimensiones de la maquinaria a utilizar y del tamaño de la copa adulta, que depende principalmente del clima, suelo y el patrón, por lo que, en la mayoría de los casos, habrá que comparar con situaciones ecológicas semejantes con el fin de tomarlas como referencia. Se puede estimar como densidad media de plantación unos 400 árboles/ha.
Abonado
Demandan mucho abono (macro y micronutrientes), lo que supone gran parte de los costes, ya que frecuentemente sufre deficiencias, destacando la carencia de magnesio, que está muy relacionada con el exceso de potasio y calcio y que se soluciona con aplicaciones foliares. Otra carencia frecuente es la de zinc, que se soluciona aplicando sulfato de zinc al 1%. El déficit en hierro está ligado a los suelos calizos, con aplicación de quelatos que suponen una solución escasa y un coste considerable.
Demandan mucho abono (macro y micronutrientes), lo que supone gran parte de los costes, ya que frecuentemente sufre deficiencias, destacando la carencia de magnesio, que está muy relacionada con el exceso de potasio y calcio y que se soluciona con aplicaciones foliares. Otra carencia frecuente es la de zinc, que se soluciona aplicando sulfato de zinc al 1%. El déficit en hierro está ligado a los suelos calizos, con aplicación de quelatos que suponen una solución escasa y un coste considerable.
Plan de abono orientativo en los primeros cuatro años (cantidades de abono expresadas en gramos por árbol y año).
Riego
Las necesidades hídricas de este cultivo oscilan entre 6000 y 7000 m3/ha.
En parcelas pequeñas se aplicaba el riego por inundación, aunque hoy día la tendencia es a emplear el riego localizado y el riego por aspersión en grandes extensiones de zonas frías, ya que supone una protección contra las heladas.
El riego es necesario entre la primavera y el otoño, cada 15-20 días si es por inundación y cada 3-5 días si es riego localizado.
Para que el árbol adquiera un adecuado desarrollo y nivel productivo con el riego por goteo es necesario que posea un mínimo volumen radicular o superficie mojada, que se estima en un 33% del marco de plantación en el caso de cítricos con marcos de plantación muy amplios, como la mitad de la superficie sombreada por el árbol; aunque la dinámica de crecimiento radicular de los cítricos es inferior a la de otros cultivos, resulta frecuente encontrar problemas de adaptación como descensos de la producción, disminución del tamaño de los frutos, amarillamiento del follaje y pérdida de hojas. Para evitar estos problemas hay que incrementar el porcentaje de superficie mojada por los goteros a un 40% de la superficie del marco ocupado por cada árbol, en marcos iguales o inferiores a 5 x 5.
Una alternativa es el riego por goteo enterrado, cuyos objetivos son optimizar el riego y mejorar la eficiencia de la fertilización nitrogenada, dando lugar a una disminución potencial de la contaminación. Con este sistema de riego se produce una reducción de la evapotranspiración del cultivo como consecuencia de la disminución de la pérdida de agua por evaporación y un mayor volumen de suelo mojado.
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